Alacena reciclada

Una tarde calurosa (el que pasó por Rosario o vive aquí sabe lo que es eso), de camino a la librería me encuentro con algo que me llama la atención, indago en el container, tironeo con la nariz fruncida, corroboro potencialidad del artefacto, upa y... a casa!
Soy un poco inútil para el reciclaje, y de técnicas no sé casi nada, pero quería ver qué podía hacer...
Así fue la historia:

Paso cero para todo objeto encontrado en la calle: limpieza de rigor a guante de goma calzado, con lavandina y generosos chorros de "Lisoform". Vuelan telas de araña, arañas y demases.




3- Una vez que terminé de pintar de ese rojo que sale bordó, lo más prolijito que me salió, me doy cuenta de que las medidas son las mismas que las de mi biblioteca de algarrobo.!Entonces pienso: "Lo pongo arriba", "No, la pongo abajo, y ya que no tiene tapa ni piso, mato dos pájaros de un tiro". Pero antes... qué hacer con las puertitas (que son de una madera baratuli)?


5- Ahora, a esperar que se seque.
Tiiiiiic taaaac tiiic taaac tic tac!
Todo rápido lo mío (después, así me quedan las cosas, más de una vez me quería matar por apurada porque en el último momento arruinaba todo).

6- Ahora sí, a montar la biblio de alagarrobo sobre esta ex alacena rotosa. Lo que pasa es que estoy sola en casa y esta biblioteca pesa un tocazo. ¿Resultado? La subo, pero me lastimo un dedo gordo del pie y me moreteo las piernas.
Por dentro, forro el estante con papel afiche y barnizo. Le pongo un par de pelotitas antipolillas, sin saber si surtirán efecto.

7- Detalle final: tiene el picaporte roto, entonces se me ocurre ponerle alguna tapita para pegar con la Gotita. Pruebo varias: de plástico amarillo, roja, azul, de chapita de whisky... todas quedan bien...




Y ahora, hela aquí, la pobre Alacena abandonada, la Alacena Cenicienta, convertida en la niña de mis ojos, orgullo de mi incipiente incursionar en el reciclaje.


No diré la Belleza porque sería tirarme demasiado mérito, pero al menos sí la Felicidad puede estar a la vuelta de la esquina.
O no?



MATERIALES USADOS:
LA POBRE ALACENA (0 PESOS)
TARRO DE PINTURA ROJA ACRILICA (12 PESOS Y RINDE MUCHO)
PAQUETITO DE PAPELES SATINADOS AUTOADHESIVOS (3 PESOS)
LIJA
PINCELES
BARNIZ
CREATIVIDAD Y MACHUCONES (no tienen precio)

NOTA: a este mueble, día a día le sigo sacando y poniendo adornos, como verán en otros post.

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES: a la Santa Tecnología que permite estas destrezas blogueras, a mejorar, claro, porque la letra de las fotos me salió chiquiiita (no lo hago más).



1 comentario:

  1. Me alegra haber encontrado tu blog, Lilian! tengo una debilidad especial por los reciclajes y esto que has logrado de ese armario tan estropeado es para admirarlo mucho. QUEDO MUY BONITO!
    Besos, Dolly

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